Dado que a Google no se llega por el atajo de la mediocridad, hemos de suponer que James Damore es, simplemente, uno más entre ese selecto grupo de brillantes ingenieros que tienen la dichosa manía de cuestionarlo todo. No obstante, su privilegiada cabeza no le advirtió esta vez sobre la osadía que supone en el Occidente actual (si eres hombre, claro está) dar tu opinión sobre mujeres y mercado laboral.
Tag: feminismo
La persona del tranvía
Cuenta el chiste que en una película norteamericana, el guionista había propuesto en un primer momento que el hombre blanco matase al hombre negro. Sin embargo, el productor entendió que la escena podría verse como una muestra del racismo más recalcitrante, al perpetuar esa lógica opresora imperante en nuestra sociedad por la cual el hombre negro tendría que ser asesinado sólo por eso, por ser el negro. Por lo que se propuso un sutil cambio: sería el hombre negro el que matase al blanco. Tampoco valió. Y es que vino el director, muy agudo él, afirmando que sin duda esa podría ser también una escena racista. Él temía que el hombre negro pudiese ser visto como un violento por naturaleza. Claro, como es negro. La conclusión parecía clara. Mejor no debería haber ninguna persona negra en la película, no vaya a ser. Entonces llegó el día del estreno y saltó igualmente la polémica que tanto buscaron evitar. ¡No había negros en la película! Qué poco representativo (“inclusivo”) de la sociedad.