El Estado es nuestro Pastor, nada nos falta. Y si uno titubea, qué mejor que una buena Pandemia de importación para reafirmar nuestra Fe en nuestra sabia, responsable y, al parecer, indispensable Sanidad del Estado. Ja, mis cojones. El Rey estaba desnudo.
Continuar leyendo «No era aún una Pandemia, pero siempre fue el Estado, estúpido»