Los movimientos de masas

“Cuando las personas están maduras para un movimiento de masas, normalmente están maduras para cualquier movimiento operante, y no solamente para uno con una doctrina o programa particular. En la Alemania pre-hitleriana era cuestión de azar el que un joven inquieto se uniese a los comunistas o a los nazis. En la superpoblada Rusia zarista, la población judía estaba madura tanto para la revolución como para el sionismo. En la misma familia, un miembro se unía a los revolucionarios y el otro a los sionistas. El Dr. Chaim Weizmann cita una frase de su madre en aquellos días: “Suceda lo que suceda, estaremos bien. Si Shemuel [el hijo revolucionario] está en lo cierto, viviremos felices en Rusia; si es Chaim [el sionista] el que tiene razón, iremos a vivir a Palestina” 1

Esta receptividad a todos los movimientos no siempre termina después de que el potencial verdadero creyente se haya convertido en apasionado converso de un movimiento específico. Cuando los movimientos de masas tienen una violenta competición entre sí, no es raro que existan ejemplos de conversos —incluso los más entusiastas— que cambian su lealtad de uno a otro. Que un Saúl se convierta en Pablo no es ninguna rareza ni un milagro. En nuestros días, los que reclutan para un movimiento de masas parecen mirar a los fervientes seguidores de sus antagonistas como potenciales conversos. Hitler consideraba a los comunistas alemanes como nacional socialistas en potencia: “El petit bourgeois social-demócrata y el líder sindical nunca se harán nacional socialistas, pero el comunista siempre podrá hacerlo” El Capitán Rohm alardeaba de que podría convertir al comunista más rojo en un nacionalista reluciente en cuatro semanas. Por otro lado, Karl Radek miraba a los Camisas Pardas Nazis (S.A.) como una reserva de futuros reclutas comunistas.

Puesto que todos los movimientos de masas recogen a sus seguidores del mismo tipo de hombres y cautivan al mismo tipo de mentes, se sigue que: (a) todos los movimientos de masas son competitivos y la ganancia de un seguidor significa una pérdida para todos los demás; (b) todos los movimientos de masas son intercambiables2. Un movimiento de masas se transforma fácilmente en otro cualquiera. Un movimiento religioso puede desembocar en una revolución social o en un movimiento nacionalista; una revolución social, en un nacionalismo militante o en un movimiento religioso; un movimiento nacionalista en una revolución social o en un movimiento religioso.

Es raro que un movimiento de masas sea totalmente uniforme. Normalmente despliega algunas facetas de otros tipos de movimiento, y a veces son dos movimientos en uno. El éxodo de los hebreos de Egipto fue una rebelión de esclavos, un movimiento religioso y un movimiento nacionalista. El nacionalismo militante de los japoneses es esencialmente religioso. La Revolución Francesa fue una nueva religión. Tenía “su dogma, los principios sagrados de la Revolución —Liberté en santa égalité. Tenía su forma de culto, una adaptación del ceremonial católico que estaba elaborado en conexión con las fêtes cívicas. Tenía sus santos, los héroes y mártires de la libertad.” Al mismo tiempo, la Revolución Francesa también fue un movimiento nacionalista. La asamblea legislativa decretó en 1792 que los altares deberían ser alzados bajo la inscripción. “el ciudadano nace, vive y muere por la Patrie.”

Los movimientos religiosos de la Reforma tenían un aspecto revolucionario que se manifestó en levantamientos campesinos y también fue un movimiento nacionalista. Dijo Lutero: “A los ojos de los italianos, nosotros los alemanes somos cerdos teutones. Nos explotan como charlatanes y exprimen al país hasta la médula. ¡Despierta Alemania!”

Está bastante aceptado el carácter religioso de las revoluciones bolchevique y nazi. La hoz y el martillo, así como la esvástica, pertenecen a la misma categoría que la cruz. El ceremonial de sus desfiles es como el ceremonial de una procesión religiosa. Tienen artículos de fe, santos, mártires y sitios sagrados. Las revoluciones bolchevique y nazi son movimientos nacionalistas de pleno derecho. La revolución nazi lo fue desde el comienzo, mientras que el nacionalismo de los bolcheviques fue un desarrollo posterior.


1 Con esta joya del siglo pasado espero suplir mi falta de tiempo para escribir. Se trata de un extracto de “El Verdadero Creyente”, de Eric Hoffer. Que el texto hable por sí sólo. Ojalá os genere ganas de leerlo enterito. Feliz semana.

Los movimientos de masas by Manuel Fraga is licensed under a Creative Commons Attribution 4.0 International License.

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