Una de las batallas ideológicas más elementales que se disputan entre las élites políticas de cualquier Estado está en torno a lo que hoy comúnmente llamamos antisistema. Un palabro que hoy en día, en las actuales Democracias modernas, se utiliza con cierta frecuencia para automáticamente desprestigiar a aquellas ideas que amenacen el status quo establecido por las urnas. En España, este viejo debate reapareció en 2014, cuando se fundó un partido morado harto conocido por todos.