KARL MARX: Bramando gigantescas maldiciones
por Paul Johnson
[extracto]
…[El Capital] curiosamente, no tiene un argumento central que funcione como principio organizador. Originariamente, en 1857, Marx lo concibió como una obra en seis volúmenes: El Capital, la tierra, el salario y el trabajo, el estado, el comercio, y un tomo final sobre el mercado mundial y la crisis. Pero la autodisciplina metódica necesaria para llevar adelante semejante plan resultó superior a sus fuerzas. El único volumen que realmente terminó (y que, para mayor confusión, es en realidad dos tomos) no tiene en verdad ningún esquema lógico. Es una serie de trabajos independientes ordenados arbitrariamente.

Por primera vez en la corta historia de este blog, hoy no escribiré. De vacaciones me hallo, por lo que he decidido copiar directamente uno de los ensayos divulgativos más célebres para que me sustituya: “Yo, el Lápiz”, de Leonard Read. El autor nos introduce sutilmente dos conceptos clave para entender el funcionamiento de una sociedad libre: conocimiento disperso y orden espontáneo.